1. Cernir la harina y formar un volcán en el que se introduce la sal, la manteca y el vino.
2. Amasar todos los ingredientes, incorporar la harina hasta obtener una masa dura y manejable.
3. Dejar reposar por 30 minutos y dividir la masa en bolas de 1oz.
4. Aplastar con la palma de la mano y extenderlas con rodillo lo más finas posible.
5. Freír a temperatura de 325°F